lunes, 5 de diciembre de 2011

El sexo en la Tercera Edad

Los avances médicos de los últimos años han podido darles una vida considerablemente mejor a las personas de la tercera edad. 
Cada vez más va quedando atrás la vieja idea de que los adultos mayores no podían (o no debían) tener relaciones sexuales, para dar lugar a mayor información acerca de cómo disfrutar en plenitud del sexo en la tercera edad.
Hasta hace muy poco, la tercera edad era una etapa desgraciada, una especie de limbo al que eran enviadas las personas que -según la cultura- ya no tenían nada que hacer en este mundo, más que prepararse para morir, y mientras tanto tomar el sol en los bancos de los parques o ponerse a las órdenes de hijas o nueras.
Las personas en la tercera edad necesitan satisfacer tanto sus necesidades sexuales como afectivas.
El libro Amor y Sexualidad en las Personas Mayores, de la psicóloga chilena Ana Vásquez Bronfman, sostiene que el tema del sexo en la tercera edad sigue siendo tabú en pleno siglo XXI. 
A través de varias entrevistas, revela que los mayores de 60 años no sólo quieren sexo, sino que lo tienen y es parte fundamental en sus vidas.
Abundan las razones por las cuales el sexo puede y debe mantenerse en buenas condiciones a medida que envejecemos. 
En la tercera edad se pierden muchas inhibiciones y se siente la necesidad de gozar con libertad de los placeres del sexo que quizás se mantuvieron ocultos en la juventud.

En la tercera edad también se puede experimentar la sensación de que el tiempo se escapa y que es la oportunidad de hacer lo que nos plazca siempre y cuando no moleste a otras personas. 
La intromisión en nuestro tiempo e intimidad que suponen los niños o los quehaceres domésticos, han quedado atrás, y hay más tiempo y energía para dedicarlos al sexo. En las últimas etapas de la vida, en la llamada “tercera Edad”, para la mayoría de las personas ha llegado el momento de hacer todo con más lentitud y de saborear los mejores momentos del sexo.

Es verdad que los años conllevan un desgaste normal en los cuerpos. En el hombre, la edad produce cambios fisiológicos indiscutibles, como el tamaño y firmeza de los testículos, disminuye la cantidad de esperma y los niveles de la testosterona.
Las dificultades para lograr una erección ya casi son parte del pasado hoy en día, debido al ya tan popularizado Viagra, que ha significado una verdadera revolución en lo que es el sexo en la tercera edad.
En la mujer, la menopausia psicológicamente supone el comienzo de la tercera edad.
Los problemas que la acompañan -adelgazamiento de las paredes vaginales, disminución de la lubricación, menor flexibilidad de la vagina- provocan en ocasiones malestar durante el sexo. Pero esto se puede resolver administrando hormonas femeninas.
Tanto el hombre como la mujer están capacitados para mantener una vida sexual y llegar al orgasmo, pero la imposibilidad de realizar el coito en muchas ocasiones, les hace buscar otras conductas alternativas, aunque igualmente satisfactorias. 
Una alternativa muy común es la masturbación. La manipulación preliminar, las caricias, la sensación de intimidad y los masajes son algunas de las técnicas que satisfacen plenamente a las personas de la tercera edad.

La tercera edad es una época donde se puede dar rienda suelta a la imaginación y disfrutar plenamente del sexo y los juegos sexuales. ¡Aprovéchelo! 
Fomente la comunicación y sea creativo en las relaciones sexuales. Recuerde que huir de la monotonía es fundamental para asegurar una larga y plena vida sexual.

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