sábado, 3 de diciembre de 2011

No dejar que ganen la batalla las disfunciones sexuales

Impotencia, eyaculación precoz, deseo sexual inhibido, anorgasmia femenina son algunas de las llamadas disfunciones sexuales. Son problemas sexuales que pueden presentarse en distintas etapas del acto sexual, ya sea durante la etapa de deseo, durante la excitación o durante el orgasmo.
Las disfunciones impiden que una persona o una pareja disfrute de una satisfactoria actividad sexual.
Estos problemas pueden presentarse en personas que anteriormente han experimentado el sexo de manera placentera y sin problemas; puede desarrollarse por motivos físicos, psicológicos o por una combinación de ambos.
La pérdida de deseo sexual puede atribuirse a
  • depresión
  • aburrimiento en una relación
  • desequilibrio hormonal
  • abuso de sustancias como drogas, alcohol y ansiolíticos.
El trastorno en la erección sexual del hombre puede estar relacionado a la ansiedad que provoca una relación sexual o el miedo al fracaso.
Una persona puede estar atravesando una situación de estrés laboral o familiar y esto incide en su conducta sexual.
También pueden presentarse conflictos en las parejas que desencadenan disfunciones sexuales.

¿Afectan los años?
Por otro lado, los cambios físicos normales que toda persona experimenta a medida que cumple años pueden generar baja autoestima o vergüenza ante una pareja sexual.
Una mujer o un hombre que ya no tienen el mismo físico que a los 20 años tal vez no se sientan muy a gusto desnudos ante su pareja.

A medida que pasan los años las personas van disminuyendo la producción normal de estrógenos y de testosterona lo que provoca trastornos en el deseo sexual. 
Si uno ha tenido una vida sexual plena y de pronto comienza a tener problemas de disfunción sexual es muy probable que este inconveniente tenga solución.
Lo principal será hablarlo primero con la pareja, explicarle por lo que se está atravesando y pedirle contención.
A continuación deberá consultar a un médico para descartar dificultades físicas que puedan interferir en una sexualidad normal. Una vez descartados estos posibles problemas, es recomendable consultar a un especialista en sexualidad quien recomendará a la persona o a la pareja qué hacer para superar la disfunción.

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