Una gran cantidad de personas ya mayores, debido a su pérdida de reflejos y habilidad, o por algún dolor en las articulaciones, necesitan ayuda para caminar normalmente. De allí que los bastones y andaderas sean herramientas necesarias para que la persona se pueda valer por sí misma.
Pero muchas veces los adultos, en su lógica terquedad, no quieren saber nada con usar ninguno de estos elementos ya que psicológicamente les significa la confirmación de una decadencia corporal.
Es importante hacerles entender que es un avance que permitirá mejorar su calidad de vida, ya que serán más independientes. Además, hay diferentes tipos de bastones y andaderas que se adaptan a cada persona.
Algunos consejos y recomendaciones
Elegir un bastón para una persona adulta debe ser una acción meditada, ya que no todos se adaptarán correctamente. Pongamos atención a estos puntos:
1. La altura del bastón es el primer elemento a tener en cuenta ya que podría resultar incómodo y hasta aumentar las posibilidades de caerse o sufrir un accidente. Un profesional, debe indicarle la altura correcta del aparato.
2. El peso es otro factor a considerar, no debe ser tan liviano para no lograr un buen apoyo, especialmente en terrenos irregulares, ni debe ser tan pesado para que pueda provocar dolor luego de usarlo durante un largo período de tiempo.
3. Un bastón puede tener una o varios puntos de apoyo. Aquellos de tres o cuatro puntos tienen un mejor apoyo y son recomendables para aquellas personas cuyo andar es más lento y sus pasos más cortos, ya que se debe apoyar más verticalmente que un bastón de una sola punta.
Con las andaderas pasa algo similar, es importante elegir la ideal para la persona. Hay algunas que tienen ruedas y son ideales para adultos cuyo caminar aún no es tan lento, pero tienen poca fuerza en sus brazos.
Además de la altura, donde se debe tener las mismas consideraciones que un bastón, es importante el agarre.
El agarre de una andadera, no debe ser de un material que resbale, ya que sería un gran riesgo para la persona, ni tampoco de alguno que pueda llegar a lastimar la piel.
Los bastones y andaderas deben ser una continuación de la persona sin que le cause incomodidad física o emocional.
El agarre de una andadera, no debe ser de un material que resbale, ya que sería un gran riesgo para la persona, ni tampoco de alguno que pueda llegar a lastimar la piel.
Los bastones y andaderas deben ser una continuación de la persona sin que le cause incomodidad física o emocional.
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