lunes, 5 de diciembre de 2011

No se le debe tener miedo a la tecnología…

Los adultos mayores de la actualidad nacieron con el teléfono y la radio, luego vieron aparecer la televisión, el fax y el microondas, pero en un momento dado la evolución tecnológica los superó y quedaron rezagados.
Aun así son varias las personas que se animan y logran aprender a navegar por Internet y a enviar y recibir correos electrónicos, e incluso más.
Aunque en un principio no les resulta sencillo retener tanta información o aprender a usar herramientas como el mouse, con tiempo y paciencia logran acercarse cada vez más a las nuevas tecnologías.   
En un mundo tecnológico es necesario que los adultos mayores aprendan a usar los nuevos aparatos para integrarse a la sociedad y para facilitarse sus propias vidas.
Saber navegar por Internet les permite acceder a servicios a distancia, sin necesidad de moverse de sus casas. Además pueden comunicarse con familiares y amigos que viven en el exterior de manera rápida y económica.
Los adultos mayores racionalizan los conocimientos, como una lengua secundaria que se adquiere ya formados, e incorporan ese aprendizaje poco a poco. Por lo que es necesario que la persona que les explique cómo usar una computadora o un teléfono celular sea muy paciente y entienda que a ellos no les resulta tan simple adquirir este nuevo lenguaje.
Existen varios centros donde los adultos mayores pueden aprender a utilizar una computadora y a navegar por Internet. Los que cuentan con hijos o nietos pacientes pueden aprender a manejar las nuevas tecnologías en casa.
Los conocimientos deben adquirirse poco a poco y es necesario practicar para no olvidar lo aprendido. No deberían desanimarse si no entienden algo u olvidan temas que ya se les explicaron anteriormente, con el tiempo irán perdiéndole el miedo a estos aparatos.
La buena disposición y el interés hacia estos nuevos conocimientos son fundamentales, no hay que considerar que porque uno ya es mayor no logrará entender los nuevos medios que manejan las generaciones más jóvenes. 
Si los adultos mayores han sido capaces de incorporar nuevos conocimientos a lo largo de sus vidas ¿por qué no habrían de hacerlo con las nuevas tecnologías? 
Es sólo cuestión de tiempo y perseverancia.

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