sábado, 3 de diciembre de 2011

La Edad Dorada

Las personas con más de 60 años suelen empezar una nueva etapa. Luego de años dedicados a trabajar, ha llegado el momento de descansar, el momento del retiro. A esta nueva etapa se le llama los años dorados. 
Si sabemos aprovechar el nuevo tiempo libre del que disponemos, podremos vivir una hermosa etapa y descubrir nuevas actividades que antes no teníamos tiempo de realizar. En el caso de no haber estado muy atentos a los chequeos médicos, sería conveniente realizarnos un examen general para quedarnos tranquilos de que todo está bien, o en caso contrario, tomar las medidas necesarias para sentirnos mejor. 
Una alimentación sana y balanceada nos ayudará a estar más saludables. Para esto podemos  aprender recetas nuevas para poner en práctica en esta nueva etapa. Al tener más tiempo libre para cocinar, ir al mercado e investigar, tal vez nos transformemos en buenos cocineros además de cuidar de nuestra salud. 
A medida que pasan los años nos volvemos menos activos y más sedentarios. La falta de tiempo en el trabajo es la excusa perfecta para dejar de hacer ejercicio. 
Pero llegados los años dorados tiempo es lo que sobra, así que esa excusa ya no nos será válida. Natación, yoga, pilates o ejercicios aeróbicos son algunas de las actividades físicas que nos ayudarán a mantenernos en forma. Si no somos muy aficionados a asistir a una clase de gimnasia o a un club podremos optar por salir a andar en bicicleta o caminar por el barrio ya sea temprano en la mañana o al atardecer. 
Muchas personas están en la misma situación que nosotros por lo que los años dorados son un buen momento para reencontrarnos con amigos que hacía tiempo no veíamos, para ver más a aquellos amigos muy cercanos o para conocer gente nueva. Clases de baile, pintura, manualidades o informática son buenos lugares para pasar el tiempo y aprender cosas nuevas. 
Formar grupos de lectura, de bridge o de lo que se nos ocurra, son una muy buena actividad para socializar  y mantenernos en actividad. Este tipo de grupos nos permitirán compartir los mismos gustos con otras personas y pasar un buen rato. 
Los años dorados son un buen momento para viajar libremente a aquellos lugares que siempre soñamos. Podemos realizar paseos por el día o realizar viajes más largos a lugares más alejados. 
Ayudar a los demás, más allá de la familia y de los amigos, es una buena forma de mantenernos activos y sentirnos bien con nosotros mismo. Hogares de ancianos, comedores infantiles, refugios para gente en situación de calle o víctima de la violencia siempre están necesitando de ayuda. Es solo cuestión de acercarnos a uno de estos lugares y preguntar en qué podemos ser útiles. Mantenernos ocupados a través de la ayuda al prójimo puede resultar muy reconfortante.
 
Los años dorados, tal como su nombre lo indica, es una de las mejores etapas de la vida, es un período de disfrutar después de haber trabajado toda la vida para procurarnos una vejez feliz y segura.

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